domingo, 12 de abril de 2009

TIERRAS Y MARES Mayo del 2006


Gracias a una invitación de mi hijo Roberto, ayer viernes de madrugada salí con él con rumbo a Ica a recorrer los campos agrícolas de Villacurí, antes pampas semisedérticas y hoy gracias al riego tecnificado y las buenas prácticas de manejo agrícola, campos en plena producción de vegetales de gran calidad, tanto para el mercado interno como para el de exportación.

Visitamos cultivos de uva, pimiento páprika, cebolla roja y cebolla blanca, todos bajo riego por goteo mediante kilómetros de mangueritas negras que llevan el agua a cada planta minimizando las pérdidas por evaporación y filtración.

Es una agradable sensación ver las antes secas pampas de Villacurí -entre Pisco é Ica-, ahora repletas de surcos verdes que se pierden en el horizonte.

Almorzamos en el Restaurant CAINE Y PESCAO. No está mal escrito, es que así pronuncian Carne y Pescado los negros de Ica. Mientras nos preparaban un pescado en salsa de ajos y un lomo saltado, nos pusieron un platito de Pilpe tostado. Pilpe en quechua significa mariposa y el plato estaba lleno de lo que parecían ser larvas de mariposa marrón claro con un tupido jaspeado en negro. La señorita que átendió nuestra mesa nos explicó que es una variedad de maiz alargado y jaspeado que por su apariencia le llaman Pilpe.
Es muy suave y muy agradable. Me guardé unos cuantos granos para invitarle a Marinés y ya se imaginan la cara que puso cuando le dije -¡Prueba esta delicia. Se llama Pilpe y son larvas tostadas! Por supuesto que las rechazó de inmediato. Después tardé mucho rato en convencerla que era maíz y tras largas demostraciones de pelado, chancado y olfateado, logré que probara con mucho asco y desconfianza, un granito de maíz. Pensaba que como una broma, yo la quería hacer comer un gusano tostado. Es que la apariencia es idéntica a una larva.

Después de visitar los campos de la empresa en que Roberto trabaja y los campos de sus clientes que lo abastecen de cebolla dulce para exportar a USA y Europa, teníamos planeado dormir en un hotel en Ica y luego, ya descansados regresar temprano a Lima al día siguiente pues yo el sábado debía participar en una regata de veleros cruceros en La Punta.

Como una entrevista que mi hijo debió hacer el viernes fué postergada para el sábado, para no interrumpir su trabajo y no correr el riesgo de llegar tarde a mi competencia, decidí venirme a Lima en bus esa misma tarde. Las casetas de peaje de Ica están frente a Villacurí, así que a las 6 y 30 pm me subí a un bus de la línea SOYUZ que pasa cada 7 minutos y a las 10 en punto de la noche estaba en casa. Las 3 horas y media se pasaron sin darme cuenta pues pasaron dos entretenidas películas durante el viaje.

Hoy temprano me fuí a La Punta pues el velero Counterpoint acaba de salir de mantenimieto y nuestro capitán Eduardo Heinrich nos ha pedido que antes de la regata probemos el funcionamiento de todo lo reparado y cambiado. La partida estaba programada para la 1 de la tarde y dos horas antes ya estábamos probando las velas y las maniobras y comprobando también el casco y la quilla recién reparados de golpes y ondulaciones.

El día está nublado; el viento viene del norte y está muy suave. El juez postergó 30 minutos la partida esperando que aumente ó que cambie de dirección. Cuando el viento viene del sur es mas fuerte y mas parejo pero no tiene cuando cambiar así que el juez dió la partida a la 1 y 30 pm. en una cancha corta de solo 1 milla y media de separación entre marca y marca y debemos dar tres vueltas completas. Total 9 millas. Nos ubicamos muy bien y cruzamos la línea de partida justo con el pitazo del juez y con todo el resto de la flota ligeramente detrás pero muy junta. A pesar del poco viento, el velero se desliza muy bien. El casco y la quilla han mejorado mucho. Recorrimos la primera pierna entre la partida y la primera boya manteniendo el primer lugar y en la segunda pierna pudimos ampliar aún mas nuestra ventaja. Resistimos en nuestro puesto a pesar de que 12 veleros detrás nuestro trataban de cortarnos el viento de popa.

En la cuarta pierna el viento cambió de dirección y empezó a soplar desde el sur-este aumentando tímidamente su fuerza. Como estábamos primeros y navegando justo en la dirección de donde venían las nuevas ráfagas, fuimos los primero en recibirlas y nos despuntamos aún mas sacando casi una milla de ventaja a nuestro perseguidor mas cercano. Las dos siguientes piernas hasta la línea de llegada las recorrimos con gran emoción y poniendo mucho cuidado en no cometer errores en las maniobras para no perder la punta y llegamos. En el Yatch Club nos esperaba un trofeo y un chupe de pescado muy caliente.

Este domingo descansaré de tanto trote, emocionante pero agotador.

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